viernes, 8 de enero de 2010

Nieve

"Algo tenía yo muy claro aquella noche, y lo tenía tan claro como el resto de la gente de París: no tardaría mucho en llover".

París no se acaba nunca.
Enrique Vila-Matas


2 comentarios:

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

Hubo un tiempo en el que París era estación obligada para todo aquel que quisiera ser escritor.
Quizá esa manía vino a partir de que germinaran a partir de Baudeleire las nuevas flores de la cosa literaria, que son las flores que tanto apreciamos hoy, como si hubieran estado siempre.
Tener felices sinestesias para alcanzar el corazón de la musa, a través de la absenta, quizá era lo que buscaban todos aquellos.

Hilvanes y Retales dijo...

Como aquí en España, que todo el mundo acude a Madrid, o acudía para poder ser escritor. Y también para ser periodista, como Raúl del Pozo.

Ahora parece que todos los premios literarios se dan en cualquier otra provincia, menos en Madrid.