* Premio Nacional de Cuentos Gabriel Miró (España), 1964
* Premio Nadal (España), Las Ninfas, 1975
* Premio Carlos Arniches (España), 1975
* Premio César González Ruano (España), artículo El trienio, 1980
* Premio Mariano de Cavia (España), artículo Martín Descalzo, 1990
* Premio Nacional de la Crítica (España), 1991
* Premio Provincial de Valladolid a la Trayectoria Literaria, 1994
* Premio Príncipe de Asturias de las Letras (España), 1996
* Premio Nacional de las Letras (España), 1997
* Premio de Novela Fernando Lara (España), La forja de un ladrón, 1997
* Doctor honoris causa (Universidad Complutense de Madrid), 1999
* Premio Miguel de Cervantes (España), 2000
Fuente: www.cervantes.es
Recuerdo como me llegó la noticia. Pero no viene al caso la anécdota que podría relatar.
El primer libro que leí fue Capital del dolor. Tendría 15 años y recuerdo como una ex-tía política (ella sola se ha exiliado), decía que "Umbral, no me gusta". " ¿Qué has leído suyo? " "Nada, pero no me gusta".
Esto suele ocurrir mucho, decir que un escritor no nos gusta sin haber leído nada suyo. Pero, absolutamente nada. Y Umbral se lleva una nota alta. Una NOtaza.
Y es que con frecuencia asociamos la simpatía con el talento.
Talento también es lo que hay que tener para poner como nombre como título : ¿ Y cómo eran las ligas de Madame Bovary?. (2.003)
Imaginación y personalidad.
Si Umbral no hubiera existido habría que haber inventarlo. Porque el inventario de Madrid, ese Madrid intelectual, de café, de amigos al caer la tarde, de paseos al amanecer, ... no existiría. Umbral inventó Madrid.
Crítica y literatura.
Ya no existe la columna periodística.
Dicen que su obra universal es Mortal y Rosa. Él, también así lo creía. No recuerdo quién fue que le acusaba de no tener su obra, la obra culmen, la que le definía como escritor. y Umbral le contestaba "Usted no se ha leído mi Mortal y Rosa, verdad?".
“Sólo encontré una verdad en la vida, hijo, y eras tú. Sólo encontré una verdad en la vida y la he perdido. Vivo de llorarte en la noche con lágrimas que queman la oscuridad. Soldadito rubio que mandaba en el mundo, te perdí para siempre. Tus ojos cuajaban el azul del cielo. Tu pelo doraba la calidad del día. Lo que queda después de ti, hijo, es un universo fluctuante, sin consistencia, como dicen que es Júpiter, una vaguedad nauseabunda de veranos e inviernos, una promiscuidad de sol y sexo, de tiempo y muerte, a través de todo lo cual vago solamente porque desconozco el gesto que hay que hacer para morirse. Si no, haría ese gesto y nada más.
Qué estúpida la plenitud del día. ¿A quién engaña este cielo azul, este mediodía con risas? ¿Para quién se ha urdido esta inmensa mentira de meses soleados y campos verdes? ¿Por qué este vano rodeo de la muerte por las costas de la primavera? El sol es sórdido y el día resplandece de puro inútil, alumbra de puro vacío, y en el cabeceo del mundo bajo un viento banal sólo veo la obcecación vegetal de la vida, su torpeza de planta ciega. El universo se rige siempre por la persistencia, nunca por la inteligencia. No tiene otra ley que la persistencia. Sólo el tedio mueve las nubes en el cielo y las olas en el mar”
Francisco Umbral, Mortal y rosa
Y, ¿para cuándo la reedición de Valle-Inclan, Los botines blancos de pique?
don Paco, Usted sí que es un cadaver exquisito.
4 comentarios:
"Sólo encontré una verdad en la vida, hijo, y eras tú. Sólo encontré una verdad en la vida y la he perdido. Vivo de llorarte en la noche con lágrimas que queman la oscuridad. Soldadito rubio que mandaba en el mundo, te perdí para siempre. Tus ojos cuajaban el azul del cielo. Tu pelo doraba la calidad del día. Lo que queda después de ti, hijo, es un universo fluctuante, sin consistencia..."
Los silencios endecasílabos
Alguien capaz de expresar su dolor autentico, tan poco literario, de una manera tan lírica, tan bella, tan literaria… pasa con derecho propio a formar parte del olimpo de los dioses generadores y de los santos del calendario.
Francisco Mártir de las letras hispanas, que no pase un 28 de Agosto sin que en tu memoria honremos la savia de tu prosa, que fructificará en hojas perennes, frutos sagrados, helechos arborescentes.
“Inmensos bosques de coníferas y helechos arborescentes cubrían los continentes, purificando la atmósfera de anhídrido carbónico, y el lechero de la caída de la tarde pasaba en su carro de fuego y el jaleo de la leche sonando fresco, dentro de los cántaros, y yo me quedaba en suspenso, mirando quieto a la nada de la calle, a la calle de nada, en un resol tardío…”
(Francisco Umbral. Los Helechos Arborescentes)
"Tu muerte hijo, no ha ensombrecido al mundo. Ha sido un apagarse de la luz en la luz. Y nosotros aquí ensordecidos de tragedia, heridos de blancura, mortalmente vivos diciéndote."
Francisco Umbral. Mortal y Rosa
Vaya...Qué curioso...
Hacía tiempo que no pasaba por aquí y me encuentro de frente con el libro que tenemos que leer para septiembre en el Club de Lectura de Libro de Arena: "Mortal y rosa". Me han entrado más ganas todavía de leerlo.
Abrazos.
Cuánto bueno tú, Rubenxto, visitandome... gracias... No he leído Mortal y rosa. Se me ha resistido. Es un libro que estoy en espera de su llamada. Ahora mismo me quedo con el Umbral memorialista. Empezé el de Pio XII y lo dejé en la tercera página. Y es que no falla, coger un libro por cogerlo no vale. Hay que esperar su momento.
Sí leí Carta a mi mujer. Dicen que está en esa línea, pero con las distancias que conlleva que el tema no es el mismo. Y fue es un gran libro. Ese libro que todos deberíamos escribir para aquellos que nos rodean. Para que nos conozcamos mejor.
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