miércoles, 19 de diciembre de 2007

Obstinación.

Primero disculpas por no contestar a vuestras visitas. VIsitas que hacen que cada día se parezca más este cuarto al cuarto de atrás, al de la Gaite. El desconcierto por no encontrar lecturas que me hipnoticen, la falta de lluvias y que cada día me parezco más al conejo blanco de Alicia, pues el tiempo parece que se ha vuelto loco y las horas son minutos!!!, hace que este otoño pase más lánguido de lo que me gustaría y no logro poner al día estos hilvanes.

Ceci; he comprado Expiación. Qué ganas tengo de leerlo para poder comentarlo contigo!!!!

Sacaré tiempo para comertar Obstinación. De aperitivo, aquí os dejo este párrago imprescindible. Yo ya lo tengo anotado en mi cuaderno.


" Una virtud hay que quiero mucho, una sola. Se llama obstinación. Todas las demás, sobre las que leemos en los libros y oímos hablar a los maestros, no me interesan. En el fondo se podría englobar todo ese sinfín de virtudes que ha inventado el hombre en un solo nombre. Virtud es: obediencia. La cuestión es a quién se obedece. La obstinación también es obediencia. Todas las demás virtudes, tan apreciadas y ensalzadas, son obediencia a las leyes dictadas por los hombres. Tan sólo la obstinación no pregunta por esas leyes. El que es obstinado obedece a otra ley, a una sola, absolutamente sagrada, a la ley que lleva en sí mismo, al "propio sentido". "

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya sabes cómo me entusiasma leer algo de Hesse.
Sublime,como siempre.
Y sí,mis horas también se han hecho diminutas.Creo que si llegase a verme la espalda apreciaría un pelaje blanco.¿Qué pasa este otoño?
Un abrazo, Hilvanes.

Anónimo dijo...

¡Bien hecho, bien! Ya verás cómo con "Expiación" consigues que tu otoño acabe mejor. La primera parte es una maravilla y aunque la segunda resulta un poco tediosa por momentos, merece la pena seguir adelante para alcanzar el final. Si te sirve de consuelo, este otoño mío tampoco ha sido muy lucido. Pero ya va mejorando!
Besos