lunes, 13 de diciembre de 2010

Lo infraordinario. George Perec

Pregúntenle a sus cucharillas, dice Perec en la página 24 de Lo Infraordinario.

"Dormimos nuestra vida en un letargo sin sueños. Pero nuestra vida, ¿dónde está? ¿Dónde está nuestro cuerpo? ¿Dónde nuestro espacio?". "La prensa diaria habla de todo menos del día a día".



"Del nº 2 viene música de jazz, del revival ( Sidney Bechet? o, más bien, Maxim Saury)".




Editorial Impedimenta. 2008.
122 páginas.

Llegué a George Perec a través de Vila-Matas, el Tío Enrique que no nos reconoce a Literaturitis Crónica y a mi como sobrinos legítimos. No podremos acompañarle cuando vaya a recoger el próximo Nobel de literatura en lengua hispánica. En fin. ¿Se han emocionado Ustedes con el discurso de Vargas-Llosa? Y qué han opinado sobre la relación con su esposa, ¿han sido Ustedes de la opinión que no es un matrimonio equitativo al dedicarse él únicamente a escribir y ella a todo lo demás?

Libertad es poder elegir. Que vengan de fuera los ismos a decirte lo que es igualdad y lo que se debe o no se debe hacer, eso es dictadura.

Volviendo a Perec y dejando de lado mis indignaciones porque luego está el tema medioambiental que esta mañana me despertaba la radio con la noticia que los lagos tiene medio grado más cada década y nosotros modernos que te mueres, todo el día consumiendo del Zara al Berska y del Berska al Mango... y de vuelta a casa, a comprar plásticos en los chinos y el coche en doble fila con el motor encendido no vayamos a perder tiempo utilizando el transporte público.  

"INTERROGAR A LO HABITUAL".

Olvidamos ver. Observar lo común del día. Nuestras calles, nuestras casas, la gente que nos rodea.

"El encanto de Londres no es fácil de definir; es un poco como las mezclas de té que los "connoisseurs" elaboran minuciosamente..."

En el capítulo Tentativa de inventario de los alimentos líquidos y sólidos que engullí en el transcurso del año mil novecientos setenta y cuatro, Perec toma una infusión y treinta y cinco ensaladas verdes, entre otras cosas. (En lo de las ensaladas me va a la par)

Sí les recomiendo, al menos, que lean el último capítulo Still Life/ Style Leaf y disfruten del juego espejo que realiza el escritor.

Sí les recomiendo que, al menos, lean el capítulo que abre el libro Lo Infraordinario, y le pregunten a sus cucharillas. 

Pero no dejen de leer a Perec, porque es una forma de recuperar el asombro, la sorpresa, lo extraordinario que encierra las cosas ordinarias, las cosas comunes, como esa taza de café con la cual comenzamos el día y que por ser habitual, termina por estar presente todas las mañanas a las 6:50 horas, pero como puede estar presente el televisor, o una lámpara, o el espejo ... presentes, silenciosos, invisibles...

Sorpréndanse, al menos, una vez al mes, desayunando mientras amanece...

"(...), caminar un poco husmeando, dejarse tentar por un camino sembrado de árboles, una estatua ecuestre, una tienda de escaparate atrayente de lejos, una aglomeración, el letrero de un pub, un autobús que pasa, para que se armen, al compás de las horas y del tiempo que haga, itinerarios más o menos caprichosos, más o menos sinuosos, que vendrán a jalonar nombres evocadores de algo, incluso aunque no siempre sepamos a ciencia cierta de qué ...". 


(Roberto Bolaño en una carta a Enrique Vila-Matas)




"…Lo que ocurre cada día y vuelve cada día, lo trivial, lo cotidiano, lo evidente, lo común, lo ordinario, lo infraordinario, el ruido de fondo, lo habitual, ¿cómo dar cuenta de ello, cómo interrogarlo, cómo describirlo? Bajo los ojos atentos de Perec se descubre el lento avance de unas obras que convierten una calle mísera en otra más moderna, comprendemos por qué Londres encanta aunque no sea encantador o asistimos a una descripción tan minuciosa de la mesa de trabajo del escritor que el propio acto se asemeja a una autopsia de lo real. La materia de Lo infraordianario son los cimientos que sustentan la literatura, la observación apasionada y asombrada de lo usual, el cuestionamiento de lo que parece incuestionable, son los paseos del escritor que trata de ver la realidad con ojos de recién llegado y que pinta una y mil veces el mismo cuadro, como un impresionista…"




…Georges Perec es, sin duda, el novelista más grande de la segunda mitad del siglo XX…

3 comentarios:

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

Amo a Perec.
Qué alegría, llevaba tiempo esperando este post.
Luego pasaré a comentar, que quiero terminar unas páginas introductorias que estoy leyendo.

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

Leyendo a Perec he pasado algunos de los momentos más felices como lector.
Es distinto, su literatura es nueva, quizá por eso de mirarlo todo con ojos nuevos, a lo que me adscribo.
Es un relator de pequeñas cosas, que son tan importantes que sin ellas no podríamos vivir, pero que son tan rutinarias y mecánicas, obvias, que parecen banales. Pero ahí está él para magnificar lo infraordinario.
Con Bolaño y Vila-Matas como testigos, su post queda como documento para el reconocimiento cuando llegue el día en que reclamemos la custodia literaria del tío Quique.
Hoy en la radio Luis Antonio de Villena hablaba de don Mario Vargas Llosa, ¿sabían que él y Patricia, su esposa, son primos? Y antes estuvo casado con su tía, que le llamaba Varguitas.
No, no me parece justo, por muy escritor que sea uno ha de cooperar en las labores y economías domésticas. Valle-Inclán, que era manco, hacía la cena a sus retoños, según narra Ramón Gómez de la Serna en la biografía que le dedicó.
Me ha encantado su post.
Y la música swing también, llevo toda la tarde escuchando flamenco, a Enrique Morente, buscando los temas sublimes que más me emocionaron, pero en la web no están.

Hilvanes dijo...

Perec consigue lo que ningún escritor: que miremos.

La mujer de Vargas Llosa es su prima, pero creo que lejana: 2 o 3 o 4 grado... no? Y la tía Julia no era en realidad tía porque estaba casada con el tío carnal. Era tía política. Pero tía, al fin y al cabo.

Yo que él desheredaba a Gonzalito, qué atrevimiento...ha ensombrencido el premio...