lunes, 12 de julio de 2010

Tío Fred en primavera

Al oír a Horace hablar de su tío Alaric y al pensar él en su tío Fred, se sentía como Noé escuchando a alguien que armara una bronca por culpa de una llovizna.

Tío Fred en primavera.

La trama es demasiado compleja para resumirla aquí. Dice textualmente la contraportada de la edición usada. Y no le falta razón a Anagrama para realizar tal afirmación.


Nada más comenzar el libro me vino al recuerdo Enrique Jardiel Poncela.

_ Tal vez no le improte esperar en la biblioteca. En este momento, hay cierto desorden en el salón.


_ ¿Limpieza de primavera?

_No, señor. El señor D. había invitado a su tío, el duque, a almozar, y, al servirse el café, su señoría ha roto con el atizador la mayor parte del mobiliario del salón. Capítulo 1, página 7.

P. G. Wodehouse (1881-1975) fue contemporáneo de E. Jardiel Poncela (1901-1952). Ignoro si ambos conocían sus respectivas obras. No ignoro sin embargo, la crueldad con la cual fue tratado Jardiel y el olvido al cual ha sido relegado.  La Editorial Anagrama que reedita a Wodehouse y resume que El Tío Fred en primavera es un libro soberbio.

¡Marcial, eres el más grande! ¡ Se ve que eres madrileño! Un marido de ida y vuelta. Jardiel Poncela

Pero hoy hemos venido a hablar de Wodehouse. Y bien cierto que es la afirmación de la contraportada: la trama es demasiado compleja para resumirla aquí.

Lean lean... a Wodehouse, pero no olviden a Jardiel Poncela...

3 comentarios:

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

Seguiré su consejo, seguiré siendo fiel a Jardiel yéndome a tomar el té con Woodheause o Wodhouse o Wodelino o como se llame el pollo.

Joseba M. dijo...

Aún recuerdo un no muy lejano verano con «El inimitable Jeeves», impagable libro de Wodehouse y, por supuesto, mis muy lejanas veladas con Jardiel: «Eloísa...», «Espérame en Siberia, vida mía», «Pero... ¿hubo alguna vez once mil vírgenes?», «Los ladrones...»
Creo que le voy a hacer a usted caso y voy a empezar a revisarlo. Me lo llevaré para Extremadura, vendrá bien para el tedio de la siesta...
Gracias por la recomendación.
Un abrazo.

Hilvanes y Retales dijo...

Cómo me habría gustado observar a Jardiel mientras tomaba café con la mesa llena de papeles, pegamentos, recortes y su pluma...

Buena opción, Joseba...pero que las lecturas no le quiten tiempo para disfrutar del paisaje de su pueblo ... que dos días y pasan volando...