martes, 13 de julio de 2010

84, Charing Cross Road

“Toda la humanidad es como un libro. Cuando un hombre muere, no se arranca un capítulo del libro, sino que se traduce a un lenguaje mejor. Y todos los capítulos deberán ser traducidos de esa manera. Dios emplea a varios traductores: algunos fragmentos son traducidos por el paso de los años, otros por la enfermedad, otros por la guerra, otros por la justicia. Pero la mano de Dios volverá a encuadernar nuestras hojas esparcidas para esa gran biblioteca donde todos los libros estarán abiertos los unos para los otros.” John Donne

“Su anuncio publicado en la Saturday Review of Literature dice que están ustedes especializados en libros agotados. La expresión libreros anticuarios me asusta un poco. Porque asocio antiguo a caro. (...) Les adjunto una lista de mis necesidades más apremiantes." Así comienza el 5 de octubre de 1949 la primera carta enviada por Helene Hanff a la librería Marks&Co ubicada en el número 84 de Charing Cross Road, Londres; dicha carta será contestada ese mismo mes por Frankd Doel, uno de los trabajadores de la librería y con Helene entabla una amistad de más de 20 años, solo truncada por la muerte de Frank.

El libro 84, Charing Cross Road es una recopilación de algunas de las cartas escritas en esos 20 años no solo entre Helene y Frank, sino también entre Helene y otros dependientes de la tienda así como la esposa de Frank, Nora, su hija mayor y la vecina de estos.



Los primeros libros remitidos por Mark &Co, son tres ensayos de Hazlitt en la edición de Nonesuch press y el de Stevenson en Virginibus Puerisque. El importe de los libros asciende a 5,30 dolares. Ignoramos cuanto cuestan los portes.

Ya en las primeras cartas, Helene, va tras la búsqueda de ediciones de la Biblia y del Nuevo Testamento. De profundas convicciones católicas, su poeta favorito es John Donne.

¿Y a que no te imaginas qué incidente dramaticé? Pues ... ¡EL DE JOHN DONNE RAPTANDO A LA HIJA DE SU PATRÓN, tomado de las Vidas de Walton! Ningún televidente tiene la mejor idea de quién fue John Donne pero, gracias a Hemingway, a todo el mundo le suena aquello de que "nadie es una isla", y todo lo que tuve que hacer fue incluir eso en el guión... y venderlo. Página 79. Carta de 3 de mayo de 1953.

Lo que es un encargo comercial se convierte en una bonita historia sobre la vida. Nosotros, los lectores, nos convertimos en observadores de sus vidas, conocemos que en Londrés, por los racionamientos de la posguerra, sufren carencias, carencias que Helene suple enviando comida por Navidad, por Pascua: carne, huevos en polvo que utilizan para hacer dulces, lengua en lata ... hasta medias para las mujeres. Agradecidos por la ayuda de Helene, le corresponden enviándole un mantel bordado a mano con dibujos antiguos que la vecina de Frank, despues de éste insistir, acaba vendiéndole.

Helene nunca viajó a Londres. Las dificultades económicas se lo impidieron: su obra no era publicada, comenzó a trabajar realizando guiones para la televisión, cambió de editor, cambió de piso, gastos imprevistos del dentista...avatares de la vida...

La secretaria de la librería Mark &Co comunicó a Helene la muerte de Frank. ¿Por qué no lo hizo Nora, la esposa de Frank? Helene escribe a Nora al recibir la carta comunicándole el fallecimiento. "No hay nada en ella por lo que pueda sentirme ofendida". ¿Qué ponía Helene en la carta que pedía disculpas a Nora por poderse sentir ofendida? Esa carta o no ha sido incluida en el libro, o se extravió.

84, Charing Cross Road fue un éxito editorial que permitió a Helene vivir hasta el final de sus días. Fue llevada al teatro y al cine, con gran éxito. Éxito que continua hasta nuestros días ya que las ediciones del libro se suceden y todos los lectores terminan cautivados por sus páginas.

84, Charing Cross Road, es, simplemente, la vida misma y sus misterios, sus magias, sus logros, sus fracasos, las bondades, ... , un canto de esperanza...



2 comentarios:

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

Me gustan esos temas, así que apunto el libro en la larguíiisima lista de libros para leer.
John Donne...
Contemporáneo de Quevedo, se encuadra en la denominada poesía metafísica, similar al conceptismo del verso castellano de aquel tiempo. Quevedo era conceptista, y hay puntos en común entre los dos talentos.
Llegué a Donne por el mismo camino por el que llegué a Kavafis: el cine. En la película Fresa y Chocolate, el inmenso motivador intelectual Diego habla de los dos poetas, indica a David, el chaval del que está enamorado, la butaca en que lee a John Donne y Kavafis.
Le tengo en tomo doble, a John Donne, y leo de vez en cuando alguos versos, sus versos amorosos son muy sentidos, muy bellos.

Hilvanes dijo...

En cierta ocasión, con una amiga, pasamos por un arroyo que se llama MadreAgua...creo recordar...y yo lo pronuncié en alto...me llamó la atención...y me respondió: Es muy sentió, verdad???

Metafísica, alma y cuerpo, sentimientos y realidad...

Las listas de libros no sé que tienen que no tienen fin...y tal no tengan ni principio...