lunes, 4 de enero de 2010

Sensini

Paradójicamente, tras mi confesión: no me gusta el relato, no me gusta el cuento, he comenzado a leer Cuentos de Roberto Bolaño.

Este libro lo compré después de Detectives Salvajes. En Círculo de Lectores, en una edición cuidada como es costumbre de la editorial catalana.

Creí que nunca leería este libro. No sé porqué lo compré. Bueno sí, lo compré porque creía que tenía tres cuentos. En realidad eran cientos de relatos agrupados en tres libros. Esos tres libros - Llamadas telefónicas, Putas asesinas y El gaucho insufrible- hacen un único libro.

Tras la recomendación ayer de David Pérez (no confudir con Literaturitis Crónica, quien por cierto, es el sucesor de Umbral a los efectos de continuar los relatos costumbristas de Madrid (en la cuesta no se sabe a quien me refiero)); decidí, al menos, leer Sensini.

¡ Este hombre es genial ! ¡Un monstruo!

Hay algo que no falla: si en las primeras líneas te has quedado boquiabierto, sin pestañear, sin respirar, la sangre deja de circular...ese libro no te va a defraudar...

... y en ello estamos...

Y es que a veces, escribir es tan sencillo como que la oración es sujeto + verbo + predicado...y el fluir de la imaginación...

... y el resto es cualquier cosa, menos literatura...

No recordaba para nada esa carta y la verdad es que me conmovió ayer dar con ella, y me dejó pensando en ciertas instrucciones de uso de la vida que nos ha dejado Bolaño. Una de esas instrucciones me lleva a evocar a Montaigne que, cuando era joven, creía “que la meta de la filosofía era enseñar a morir” y que, con la edad, acabó rectificando y dijo “que la verdadera meta de la filosofía es enseñar a vivir”, que es a lo que me parece que se dedicaba Bolaño en los últimos años de su existencia. “Para Roberto”, ha escrito Rodrigo Fresán, “ser escritor no era una vocación, era un modo de ser y de vivir la vida”.
La vida no admite bromas, aunque uno sonría. Como dice Nazim Himket: “Has de vivir con toda seriedad, como una ardilla, por ejemplo; es decir, sin esperar nada fuera y más allá del vivir, es decir, toda tu tarea se resume en una palabra: vivir (...) Sucede, por ejemplo, que estamos muy enfermos; que hemos de soportar una difícil operación, que cabe la posibilidad de que no volvamos a levantarnos de la blanca mesa. Aunque sea imposible no sentir la tristeza de partir antes de tiempo, seguiremos riendo con el último chiste, mirando por la ventana para ver si el tiempo sigue lluvioso, esperando con impaciencia las últimas noticias de prensa”. Es decir, estemos donde estemos, hemos de vivir. Creo que Bolaño, calígrafo del sueño, entendía esto a la perfección, pues escribía sin esperar nada fuera, ni nada más allá del vivir, y en esa desesperanza residía a veces la gran fuerza de su escritura, la seriedad excepcional de muchos momentos de su escritura de plato fuerte de la China destruida: una escritura consciente de que ha de sentirse la tristeza de la vida, pero al mismo tiempo uno puede amarla, amar con intensidad esa tristeza (que algunos llaman escritura y otros lágrimas perdidas), amar al mundo en todo instante, amarle tan conscientemente que podamos decir: hemos vivido.


http://www.enriquevilamatas.com/textplatofuerte.html


15 comentarios:

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

Últimamente usted está sobrada de talento, quizá los Reyes, los besos de las musas le han traído, la música interior, los valles nemorosos, el fluir irremediable y expresivo...
Gracias por el piropo, pero nunca seré el sucesor de Umbral, si acaso seguiré siendo, ¡oh, Sísifo!, el sucesor de mí mismo, cansado de tanta mismidad.
Ojo con Bolaño, porque antes de él y después no hubo ni habrá igual.
La gente, cuando le recomiendo, me dice, y por ahí dicen: o es muy complicado o es que no tiene sentido.
Falso, Bolaño no es complicado, pero es entero.
Es decir, no es el típico escritor que te lo da todo masticado, por que lo suyo es la sugerencia, la insinuación. Ni razona ni es explícito, ni resuelve los problemas, ni falta que le hace.
Quien busque respuestas en Literatura, que estudie matemáticas o químicas.
La literatura es un bosque para perderse y disfrutar o sufrir de las veredas, caminos, páramos y frondosidades, no para buscar salidas.
Usted lo ha definido a la perfección:
"Bolaño, calígrafo del sueño, entendía esto a la perfección, pues escribía sin esperar nada fuera, ni nada más allá del vivir, y en esa desesperanza residía a veces la gran fuerza de su escritura"
Buenas noches, feliz víspera de Reyes, buenos regalos.
¡Ojalá yo hubiera sido malo para que me trajeran el carbón tan necesario para calentar mis frías noches!
Aunque la hermosa Leonor Waiting, de Marlango, es buen carboncillo ardiente, un buen regalo.

Hilvanes y Retales dijo...

Últimamente...oiga, que el entrecomillado, como buen entrecomillado que es, no es mío. Es del texto de Vila-Matas que recomendé hace un par de post...acuérdes usted, Príncipe...del texto aquel que me dijo que no se podía enlazar desde mi página y que había tenido que acudir a la página del ínclito Enrique...¡pero si me dijo que el texto era fantástico!!!!

Bueno, y para cuando sus crónicas?? las de Madrid, me refiero. Las de Narnia, el volumen aquel que se publicó cuando la primera película que costaba 60 euros, lo he encontrado yo por 9,95 ... necesitarían hacer hueco...

David Pérez Vega dijo...

Hola Hilvanes:
Me alegro de que te guste Sensini, es un cuento que he releído unas cuantas veces y siempre me deja sin aliento. Está basado en una experiencia real de Bolaño, en un premio menor se encontró con su admirado escritor argentino Antonio di Benedetto. El cuento con el que Bolaño ganó un accesit en ese concurso lo tengo en mi blog enlazado en la etiqueta de Roberto Bolaño. Pero antes de leer esto, te recomendaría que siguieras con ese libro que tienes del Círculo. Esos tres libros: Llamadas telefónicas, Putas asesinas, y el Gaucho insufrible, son 3 tres los mejores libros que he leído. En más de una ocasión he defendido que la aportación de B. al género del cuento es superior a la de la novela, de hecho Los detectives salvajes es una novela armada a base de relatos. Quizás no debas leer los 3 de golpe, espácialos.

Si dices que no te gusta el cuento y sí Sensini pienso que el problema está en que no has dado con buenos libros de relatos. Me cuesta encontrar novelas que me hayan reportado más emoción que el libro de relatos Tres rosas amarillas de Carver.
Esto me da pena, en España el relato es un género infravalorado. No así en EEUU, donde se le considera importante. B. se inscribe en esta tradición del relato norteamericano, que a mí tanto me gusta, un relato realista, poético epifánico.

Te dejo unas referencias de libros de relatos norteamericanos que me han marcado:

Tres rosas amarillas, Catedral, de Raymond Carver.
De regreso al mundo, cazadores en la nieve de Tobias Wolff, ahora hay de él un recopilatorio muy interesante: Aquí empieza nuestra historia.
Rock Spring, de Richard Ford.

Y si ya conoces esos, unos más:
El amor de una mujer generosa, de Alice Munro
Pájaros de América, de Lorrie Moore.
Los boys, de Junot Diaz.
Cuentos reunidos, de Sherwood Anderson.
Cuentos, de Ernest Hemingway
El indio más duro del mundo, de Sherman Alexei
Viaje de invierno, Charles Baxter

De españoles:
Como una historia de terror, de Jon Bilbao, una novedad que me encantó.
El corazón y otros frutos amargos, de Ignacio Aldecoa, el que dice la crítica que es el mejor libro de relatos publicado en España en el siglo XX.

Y por supuesto, la fuente de todos estos: Anton Chejov, muy recomendable la selección de sus cuentos que hizo Richard Ford.

Espero que alguna de estas lecturas te haga cambiar tu opinión sobre el relato.
saludos

David Pérez Vega dijo...

Hola
Al final este comentario que he dejado aquí lo he ampliado un poco y he hecho una entrada en mi blog, citando el tuyo. Espero que no te importe.
Saludos

Hilvanes y Retales dijo...

David: no me importa, todo lo contrario.

Sí te doy la razón en lo de que no hay cultura del relato como tampoco la hay en la poesía. También es cierto que, en ocasiones, solo es necesario que algo venga a despertar nuestra curiosidad, como leer un breve cuento como Sensini...yo me acerqué a Cernuda escuchando la radio, el profesor Levy (no sé si escribirá así), con aquella voz que le caracterizaba, leyó el famoso poema No conozco libertad sino estar preso en alguien. Así también conocía Gil de Biedma, de quién compré las personas del verbo, también en Círculo, libro que no encuentro y que no sé dónde estará...

De relatos tengo, creo que a mis espaldas, La mesa limón, que empecé y no le dí posibilidades...y los cuentos completos de O´connor.

Y haciendo caso de tu recomendación: espacialos en el tiempo, y como tiempo es lo que me impedía poder leer y lo que hace que me den libros como el que me han regalado hoy, creo que es el momento para darle un espacio a los cuentos...

Me han regalado, ni conocía a la escritora ni había oido hablar del libro: Un sombrero lleno de cerezas.

Me pregunta mi benefactor que porqué esa cara: ¿no podía ser uno de unas 250 páginas?

Nunca pensé que los libros de más de 300 me iban a dar miedo...ufff...

Cuando he abierto Una novelita lumpen y Sostiene Pereira me he alegrado más...no hay color...jejejeje...

Aldecoa: mi eterno pendiente. Cuando leía Ronda del Café Gijón, la figura de Aldecoa me llamó la atención, junto con Ruano. Esas personas poseídas por la fiebre de la laborosiedad constante, tan perfectos, tan necesarios para aquellos que les rodean, tan creadores, ..., siempre son una pérdida...

De tu lista, anoto especialmente Carver...sin descartar el resto...Gracias...

Hilvanes y Retales dijo...

En estos tres meses que he tenido de no poder leer, recordaba con frecuencia una frase leída en algún lugar: Aquel que asegura no tener tiempo para leer, es cualquier cosa menos un lector".

Hilvanes y Retales dijo...

Por cierto, ahora que me acuerdo, yo tengo un relato publicado junto a uno de Vila-Matas...participación que agradezco infinitamente a Magda Díaz de Apostillas Literarias...ya no me acordaba...

Ana G. dijo...

Olvidan al maestro Julio Cortazar. Dio conferencias, o charlas sobre el relato corto. Cronopios y famas no deja de ser relato corto.

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

Queridos y buenos lectores:
No me gusta publicitar mi blog, pero alguno sabéis que tanto Aldecoa como Chejov, a loa que ensalza mi tocayo, han tenido ahí un lugar importante.
Acaba de decir Ana G. que Cortazar. Reverencialmente: Santo Julio Cortázar. Casa Tomada...
¿Y Borges, su paisano?
Yo, a los que dice David -a la gran mayoría no he leído- añadiría a los clásicos, desde las Novelas Ejemplares cervantinas -ese Licenciado Vidriera- a Kafka -¡oh, tremenda La Condena!- pasando por Saki, puro humor inglés... y los cuentos de Richmal Crompton: Guillermo...
Son muchos, y ahora tendría que darle a la memotecnia como quien vendimia.
Yo estoy a favor del relato, de lo breve, escribí un post este verano... elogio de lo breve...
Mis amigos, los que han leído cosas mías no publicadas en Internet, dicen que me olvide de las novelas y que escriba cosas cortas, pero yo nunca hice caso a otra cosa a estos famélicos, ¡lo mismo decían de Gómez de la Serna y de Umbral, y sin embargo para mí eran tan buenos novelistas como los que son bien considerados!
No quiero excederme en más palabras, sólo decir que se está generando aquí un interesantísimo debate.
Y he leído el artículo escrito por David Pérez: usted me despierta envidia, caballero, enhorabuena por su talento y animosidad lectora.
Cierto es, Hilvanes, que leí el enlace del artículo de Vila-Matas, ¡pero no me acordaba de cada palabra!
Siempre tengo un libro de relatos empezado, y ahora estoy con la sureña Flannery O'Connor. Hermana de tinta de Faulkner.
Buenas noches.

Príncipe de ArroyoLuche dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
David Pérez Vega dijo...

Hola:
De O´Connor no he leído nada, pero tengo curiosidad.
La novelita Lumpen de Bolaño, siento decir que es de lo más flojo de él.
El libro de las cerezas no me suena.
De Julio Cortázar no me he olvidado, por supuesto, de él he leído todos sus cuentos y me encantan. Simplemente estaba hablando del relato realista, epifánico, de la corriente norteamericana... no del relato en gerenal.

saludos

Hilvanes y Retales dijo...

Por favor, a aquel que está suprimiendo comentarios en mi blog, que deje de hacerlo o directamente no comente, porque parece que estoy haciendo censura al personal y no soy yo...

Y de paso que me explique como es posible que elimine de mi blog cosas...que no me entero...

David Pérez Vega dijo...

Hola:
Por que sé de esto de los blog:
Cuando alguien se equivoca puede borrar su mensaje, lo deje donde lo haya dejado. Y sale el mensaje "El autor de este comentario lo ha eliminado"
Si es el dueño del blog quien borra un comentario, el mensaje es "El administrador del blog ha suprimido este comentario"
Así se sabe quien está borrando
saludos

Hilvanes y Retales dijo...

Hola David;

Interesante...pues no lo sabía. No he sido observadora en ese aspecto, nunca he visto esa posibilidad...

Prince: Pero no había leido usted ya los cuentos de la O´Connor? NO hay quien le siga la pista...

Ana: Si soy sincera, de Cortazar he leído más sobre él que su obra, a pesar de tenerla al completo. Hace poco compré Los papeles póspumos. Estaba en la librería y cogí el libro más por curiosidad y en una carta se despedía diciendo que la noche anterior le había crecido un dedo más en el pies derecho. Al leer esto me reí y me lleve el libro.

Pero el libro ha salido de mi posesión...lo he regalado a alquien que lo va a disfrutar mucha más que yo...

Hilvanes y Retales dijo...

El dibujito de la papelera...qué bueno...

Perdonar las erratas, como reviso el texto me pasan estas cosas...