lunes, 17 de agosto de 2009

Siglo veinte, cambalache, problemático y febril.

A ver si alivia el exceso de calor ...








Abre el libro Amado siglo XX el tango Cambalache*.

Amado Umbral.

Amado siglo XX es un intento de alejar los demonios que corroen al escritor.

A través del recorrido histórico-memorialístico por todo un siglo que no es un siglo cualquiera, sino el siglo de Umbral.

El siglo que se socializó a través de la sacralización del café, de sus tertulias, de sus reuniones.

Un siglo que se recorre a través de sus invenciones y de sus ficciones, que no sé que tiene de más, si de ciencia o si de ficción.

Lo que no me ha quedado claro que hace Quevedo aquí dentro. A pesar de que sea el más grande, a pesar de Cervantes, porque como dice Umbral, este último tiene un libro y don Francisco, el de Quevedo, solo tiene uno y malo, uno de juventud. Y luego mucho soneto.

He notado un poco ausente al Madrid de Umbral, ese Madrid que tanto me gusta a mí y que tanto me acerca a Umbral. Motivo éste por el que Umbral está en mis altares, porque sólo él sabe traerme ese Madrid que pocos han sabido vivir. O protagonizar. El Madrid del café y la tertulia.


Tampoco queda claro si exitía enemistad entre Umbral y Fernando Fernán Gómez. O del porqué el odio del primero hacia las bicicletas del segundo. De esta obra de teatro, no puedo opinar mucho, pues la leí mientras esperaba un autobus. Y se me quedó en eso, en autobús más que en bicicleta.

- La culpa de todo la tienen los Bancos.
-Eso es. Los Bancos y los ciclistas.
- ¿Y por qué los ciclistas?
- ¿Y por qué los Bancos?

Pues eso, que no me queda claro.


Luego, por lo visto, a Jorge Guillén le pilló una bicicleta, y por eso escribió aquello de "La pérfida bicicleta".



En el "Oficio de Escribir", uno de los favoritos, eso sí me queda claro, de Umbral, era el catalán Eugenio D´Ors.






http://www.ensayistas.org/filosofos/spain/Ors/


Pero, lo que más me ha gustado que he subrayado y hasta he enmarcado con fluorescentes ...

" Toda España jugaba a imitar a Jardiel Poncela, y por eso decían que estábamos en vanguardia, ..."




*

Que el mundo fue y será una porquería,
ya lo sé;
en el quinientos seis
y en el dos mil también;
que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublés,
pero que el siglo veinte es un despliegue
de maldá insolente
ya no hay quién lo niegue;
vivimos revolcaos en un merengue
y en un mismo lodo todos manoseaos.

Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, chorro,
generoso, estafador.
Todo es igual; nada es mejor;
lo mismo un burro que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón;
los inmorales nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón.

Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón;
cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón.
Mezclaos con Stravisky,
van Don Bosco y la Mignon,
don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín.
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia contra un calefón.

Siglo veinte, cambalache
problemático y febril;
el que no llora, no mama,
y el que no afana es un gil.
Dale no más, dale que va,
que allá en el horno nos vamo a encontrar.
No pienses más, echate a un lao,
que a nadie importa si naciste honrao.
Que es lo mismo el que labura
noche y día como un buey
que el que vive de los otros,
que el que mata o el que cura
o está fuera de la ley.

6 comentarios:

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

“El hombre es un ser de lejanías”, dijo el filósofo existencialista Martin Heidegger, y a partir de esa cita Francisco Umbral escribió una de sus obras más reflexivas. Pero, ¿qué memoria de Umbral no lo es, reflexiva y, -cuidado con lo que digo-, existencialista?
No sólo de literatura nos alimentamos a través de Umbral, si no también de hondas, inevitablemente poéticas reflexiones sobre la vida y la muerte.
Francisco Umbral amaba también la filosofía, siempre a través de las iluminaciones llenas de lirismo de los que él consideraba sus maestros: Heidegger, Sartre, Eugenio D’ors –como tu bien dices-, Ortega…
Esta misma tarde una suerte de intuición me ha llevado a una librería a comprar las obras completas de ficción del filósofo Voltaire, a quien Umbral también consideraba y no dejaba de citar, como en su discurso al recibir el premio Cervantes:
“Yo, como don Quijote, me invento pasiones para ejercitarme». Esta gentil declaración de Voltaire encierra, me parece a mí, la más fina y sutil interpretación de Cervantes. Porque Don Quijote no está loco y Cervantes mucho menos, eso lo sabemos desde el principio del libro”.
Sin embargo, los amores literarios de este genio cambian a lo largo de su vida. Quien haya leído varios libros suyos, además de algún que otro centenar de artículos suyos, verá cómo sus opiniones y gustos van cambiando: le pasa con Cela como le pasa con Quevedo y con Fernando Fernán Gómez.
Sobre Madrid, ese Madrid que tan maravillosamente sabe iluminar con su poética que hace frontera –yo me atrevería a decir que se adentra- en la mística, es también el elemento de su obra que a mi más me apasiona, que más me motiva para el ejercicio literario. Porque uno, como diría Voltaire que diría Umbral, siempre se inventa pasiones para ejercitarse. Siempre.
A pesar de lo que dijo Sartre, y quizá gracias a ello a que “el hombre es una pasión inútil”.
Y, para finalizar, con la nota de humor de tu admirado Jardiel, y dentro de la misma tónica de estas pasiones que se visten de sueños para salir del inconsciente –o viceversa-:
“En la vida humana sólo unos pocos sueños se cumplen; la gran mayoría de los sueños se roncan”.

Posdata:
Inmenso, Gardel, que no cabe en un so´lo siglo.

Hilvanes y Retales dijo...

Si hiciera un comentario a este comentario no sería un comentario a un comentario sino que sería un comentario a un post.

Agradecería que las aportaciones las hiciera el personal en su propio blog pues ya que no me comenta nadie, que no venga el personal a figurar aquí entre mis madejas y mis bordados y encima a quitarme el PROTAGONISMO.

habrasevisto!!!!! (en este instante yo me colocaría las gafas, si estuvieran descolocadas, que no es el caso).

Joseba M. dijo...

¡Así se responde! (tanto a un comentario como a un post)
Y de paso le comentaré que su post está genial. Y, más de paso, le diré que lo de Poncela me tiene enganchaíto... ya voy por la parte 6...
Un abrazo...

El Redactor dijo...

Hola, me encanta como escribes, soy administrador de un foro y un blog (www.triadamagica.es) y ahora tenemos un concurso de relatos, también nos gustaría mantener relación con escritores.

Espero que te interese,

Un saludo

El Redactor

Hilvanes dijo...

Joseba Cuánto tiempo sin saber de tiiiiiiiiiiiiiii !!!!!!!!!!!!! la verdad es que desde que retomé el blog...ahyss... perdoname... por cierto, y cuál es la parte 6 de Poncela??

Estimado Redactor; Gracias por su visita, por su comentario y por su fe. No soy escritora. Según la lectura reciente de manos, tengo dos aficiones que, pero son eso, aficiones. Con lo cual no se convertirán en algo serio de cara a dedicarnos a ello y lo que es curioso, a dedicarnos a ello por afición.

Pasaré a visitaros y a participar en el foro. Lo del concurso lo dejaremos para otro momento. Según los expertos en lectura de manos, las líneas están en continuo crecimiento, y quien sabe...

El Redactor dijo...

Es una pena que no pienses que esta afición sea algo más que eso, realmente te lo digo.

Aún así, con el simple hecho de que sigas escribiendo, el futuro da igual, porque podrás hacer felices a muchos de los que te leen.

Gracias por participar, será un honor para nosotros tenerte allí.

Un saludo