martes, 18 de noviembre de 2008

Chichones y chocolate


Transcribo parte de la contraportada de El padre de Blancanieves:

"El público, escribió Bertolt Brecht, es una asamblea de individuos capaces de transformar el mundo, que reciben un informe sobre el mundo. Esta novela se pregunta qué hacer con los informes que nos llegan de las habitaciones y de los lugares de trabajo. En el cuento tradicional, el padre de Blancanieves no está de viaje o en la guerra; está en el castillo, asiste a las maquinaciones de la madrastra pero guarda silencio. ¿Por qué no advertimos que estaba ahí? ¿Puede el padre de Blancanieves llevar su ánimo a la altura de su espíritu, sus sentimientos a la altura de su sagacidad? (...)"

Hasta ahora nunca me había cuestionado la figura del padre de Blancanieves; poderosa figura que pasa desapercibida en aras al desarrollo de la trama. Pero ¿ cuántos padres de Blancanieves conocemos?

Yo, de momento, estoy descubriendo un reino perdido: la literatura infantil.



2 comentarios:

CEci dijo...

Hola, Hilvanes! A mí me gusta volver a la literatura infantil y juvenil de vez en cuando para refrescarme un poco y recordar los tiempos en que una vez a la semana y antes de clase de piano me acercaba con mis 425 ptas. a comprarme un nuevo título de Barco de Vapor, ya fuera de Juan Muñoz Martín, de Joan Manuel Gisbert, de Christine Nöstlinger o de Jan Terlouw. Aquellos tiempos en que no había más responsabilidades ni preocupaciones que preparar la lección del día siguiente.
Un abrazo

Hilvanes y Retales dijo...

La verdad es que un aire fresco. Y merece la pena volver a leer aquellos títulos de Barco de Vapor...y los libros de Senda...