lunes, 28 de enero de 2008

Automoribundia

Ya estoy metido en la profesión de literato que consiste en perder el dinero que no se gana.

Mi estancia frente a la mesa ha sido ímproba porque lo que más sé es que si no se ponen unas palabras detrás de otras no hay literatura, muchas palabras unas detrás de otras, millones de palabras.
Algunos atacan mi prolificidad, cuando yo tengo el remordimiento de haber producido poco. ¡Qué otras novelas estaría en vísperas de hacer si hubiera acabado todas las que aún no he escrito y de las que sólo algunas están ya casi escritas!

El sistema de la creación literaria es escribir sin parar y sin acordarse de personajes anteriores, seguido y al azar, recorriendo los caminos más diversos y aprovechando los seres que nos aludan en el camino o las cosas de nombre vivo o muerto que encontremos al margen del recorrido.

La literatura no es más que tener talento literario y meterse en casa a escribir, sin pensar si se está haciendo por la vida o por la muerte.

De mi fecundidad se ha querido hacer un arma contra mí. Pero ¿cómo voy yo a no encontrar injusto eso si a cada cosa le sigo dedicando la atención entrañable que necesita y no puedo realizar mis proyectos y veo retrasadas mis últimas obras en las casas editoras?

En esa época hubiera matado al que me dijese que la literatura no lo era todo.

Un escritor es lo que se llama un alma en pena, una alma en pena de oraciones, creaciones, palabras, necesidad de vivir la suposición y el invento de algo superior que falta en la vida.



Ramón Gómez de la Serna

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No conocía estas palabras de Ramón. Tan cierto como siempre.

Hilvanes y Retales dijo...

Yo creo que Ramón ha caído en un inmerecido olvido o bien solo se le reconoce por las greguerías. Cosa injusta porque fue un gran escritor a quien tampoco se le trato muy bien en su época y por ello se pasó gran parte de su vida viajando hasta que fijó su residencia en Buenos Aires.

Propongo rescatarlo.

Anónimo dijo...

Buenísima propuesta.

Joseba M. dijo...

«La literatura no es más que tener talento literario y...»
Pues eso... ¡casi nada! Sólo alguien tan genial como don Ramón podía decir algo tan perogrullescamente genial como esto.
Lo de el alma en pena lo suscribo ardorosamente... En realidad, el artículo entero, para qué engañarnos.
Gracias, buena modista...

Hilvanes y Retales dijo...

Eso de buena modista me ha recordado a la Señora Faustina que era quien me hacía los vestidos hasta los cinco años. Antes, en los pueblos, no había tiendas de ropas, y solo se podía recurrir a las modistas. Ahora es todo lo contrario. QUiero decir, que aquello que pareciera de gente pudiente no lo era, y con el paso de los años, sin embargo, sí lo es.