miércoles, 28 de noviembre de 2007

Una carta de amor.

Admiro a Cortazar y su trazo sobre el papel convirtiendo la prosa en verso y el verso en sueño. Admiro al Cortazar del París embotellado en Rayuela, al Cortazar que dejo soltar de entre las yemas de sus sabios dedos a una Maga que se creía flor sobre las aguas del rio “...la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río”... toda la lluvia de París no cabría entre las páginas de Rayuela para darle las gracias por frases como esta

“...parándonos a mirar el cielo porque ésa es una de las pocas zonas de París, donde el cielo vale más que la tierra”
para encontrarnos con preguntas sin respuesta
“¿Qué pensaba Cristo en la cama antes de dormirse, che?”

Y por encina de todas las cosas, admiro al Cortazar poeta. Al Cortazar que nos describía a las personas entre cronopios y famas. Cuánto me agarre a esta “clasificación” a los veinte años aún sin cumplir.

UNA CARTA DE AMOR

Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo,

como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,

todo eso es tan poco,
yo lo quiero de vos porque te quiero.

Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,

y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.

Una de cartar de amor es lo que creemos estar muchos leyendo en todas y cada una de sus palabras, esas que Cortazar iba tejiendo en las muchas habitaciones habitadas entre Europa y Argentina.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si supieras la de veces que he leído tu post deleitándome...
Mil gracias por recordarme su faceta poeta, aunque,¿acaso la dejó de lado alguna vez?
Un abrazo

Magda Díaz Morales dijo...

La amada Argentina de Cortázar, esta carta de amor y la Maga, conforman un todo espléndido. Su prosa poética, sús poemas, su narrativa, sus ensayos, tantas cosas que nos dejó...

Hilvanes y Retales dijo...

Es cierto, Cortazar es infinito. Hay quienes sueltan Rayuela en el primer intento de lectura. Y hay quienes ya no pueden dejar de leerla. Creo que el Cortazar poeta pasar desapercido por el Cortazar de Cronopios y famas que nos obnuvilo a todos. Infinito... como el cielo y como el mar...Cortazar no necesita que se le describa, el ya se hizo inmortal con su pluma. Pero, a los mortales, nos ayuda a creernos inmortales. Esta virtud no la tienen todos los escritores.