viernes, 3 de junio de 2011

Norwegian Wood. Haruki Murakami

Hace un tiempo que en este cuarto de costura leímos a Murakami. La primera inmersión en el particular mundo del japonés fue con After Dark, novela a la que encontré cierto regusto a una especie de Alicia en el país de las maravillas en versión moderna. No moderna al estilo de Johnny Depp en el papel del Sombrerero Loco, sino moderna en el plan: joven desorientada en un mundo sin sentido, vacío, rodeada de dilemas, de problemas ... el mundo está loco y yo no sé quién soy.

Con la novela traducida al español como Tokio blues, Murakami pasa de puntillas por el problema social de Japón, no el actual tras el terremoto y la energía nuclear, sino el problema del suicidio, ya que más de 100 personas se quitan la vida todos los días. Con la lectura de Tokio Blues nos preguntamos si en Japón tienen penado como delito el suicidio o, al menos, si circula este rumor ... También nos preguntamos, tras esta nueva toma de contacto con Murakami, sino tiene espías en la red para detectar los fusilamientos a su obra.

Recientemente, alguien agradecido por mis servicios profesionales (esto igual tendría que explicarlo, tal y como suena podría confundirse este cuarto de labor con la Sociedad de Naciones de la que hablaba Cela en San Camilo ...), decía, recientemente me han regalado un e-book. Quedé "flipada" con el regalo y a la vez que sorprendida me preguntaba si yo sería capaz de leer en un trasto semejante ...

Doy fe que soy capaz y hasta les diría que una se ha vuelto una viciosilla de la lectura ... sin embargo, estoy triste porque, al igual que las salas de cine se están cerrando porque hay mucho loco suelto que prefiere ver los estrenos mediante ordenador en su casa, hay mucho loco suelto que se dedica a escaner los libros y colgarlos en la red ... y, esto, parece ser que se le ha escapado a los iluminados que nos gobiernan... 1Q84, de recientísima publicación, pueden encontrarlo en la red sin ningún problema...

El resto de obras de Murakami, también.

Aquí necesito hacerles una aclaración: Mi Tokio Blues es una edición de Tusquets, edición de bolsillo, que compré en el Corte Inglés junto a algún otro libro que ahora no recuerdo, tras la lectura de After Dark. 

El e-book lo utilizaré para lecturas cuyas obras no tengan ya derechos de autor y cuyas descargas sean legales. Así como para aquellas compras que realice y que vengan en pdf puesto que mi primera compra, La dama de los cuadernos, la bajé con el Edition no sé qué ... y ahora no puedo leerla fuera de mi ordenador, porque no tengo permiso. 



Prefiero el jazz a los Beatles, supongo que es cuestión de gustos y que no crecí escuchando a la ingleses. Aunque tampoco crecí escuchando jazz. Esto viene a que el protagonista de la novela de Ritos, Watanabe, tras escuchar la canción de los Beatles, recuerda el período de su vida que va desde los 19 años hasta cumplir los 20.

El libro comienza no solo con la canción de los Escarabajos, también comienza con un misterio que yo no he sabido resolver... la canción Norwegian Wood suena tras el aterrizage en Hamburgo, diecisiete años después de transcurrir la historia que nos contará y que ocurrió cuando iba a cumplir 20 años: el otoño de 1969. 

Sin embargo, la historia nos la cuenta dieciocho años después. Es decir, un año después de sonar la canción en el avión en el cual llega a Hamburgo.  

Si no he calculado mal, y lo dicho es cierto: ¿Qué ha ocurrido en este año? ¿Por qué rememora en este momento sus pensamientos a bordo del avión tras escuchar la canción? 

En realidad, Watanabe pone por escrito el transcurso de su vida en el otoño del 1969 porque le prometió a Naoko que nunca la olvidaría. Comprende, que llegará un día que, por mucho que le duela, ya no le dolerá apenas que Naoko existió. "Me lleva tiempo evocar su rostro. Y conforme vayan pasando los años, más tiempo me llevará. Es triste, pero cierto."

Creo que esto es tremendamente injusto para Midori, caso de existir en la vida de Watanabe al momento de narrarnos el pasado que no quiere olvidar: pone por escrito sus vivencias para no olvidar a alquien, de quien afirma, jamás le quiso. Aunque yo creo que Watanabe tampoco amó a Naoko: lo dieron por hecho porque se necesitaban para superar la pérdida de su amigo común. 

Como dice Literaturitis Crónica, AQUÍ , en Tokio Blues, la gente toma café, comen sopa, miso, delicatessem japonesas varias (incluidas las cajas lacadas, aquí les advierto: tengan cuidado con la pasta verde que no es para comer toda de golpe o les dará el golpe de tos como a mi amigo A. que no sabía que era rábano picante picante y acabó en el baño aliviando la maltrecha garganta ...), escuchan el ruido de la lluvia, tocan la guitarra, hablan de la Montaña Mágica, escuchan el Segundo concierto para piano de Brahms, ven películas pornos y las llevan a la práctica unos mezclados con otros, ya eran modernos en el 1969 la gente de 19 años; beben cerveza, beben vino, beben más café mientras sigue lloviendo, alternan el café con el té y escuchan jazz ... y se suicidan.

Creo que Murakami le gusta usar de personajes desorientados, seres vacíos que se buscan y buscan a los demás para apoyarse, como Midori, que afronta el dolor de la tragedia practicamente sola y con una sonrisa, pero termina refugiándose en Watanabe y, como éste no es todo lo que ella necesita, se enfada, se cabrea y le responde primero con la indiferencia, luego con el silencio, para luego volver a buscarle. 

Watanabe y Midori no se suicidan, buscan fuera y se miran dentro y no necesitan huir de sí mismos, y por eso se salvan del suicidio cotidiano, que decía Sabina.  

En cierta ocasión dijeron de Miguel Bosé que, pese a tener un don con la música y haberse dedicado a ella toda la vida, no había arriesgado nunca. Y yo creo que esto le ocurre a Murakami. Crea novelas fáciles de leer, de digerir, entretienen, no te cansa la lectura, pero no descata por una estructura digna de admirar, o por unos personajes brillantes, estos incluso, a veces parecen que están ahí puestos, esperando a que el autor decida qué hacer con ellos.  

Watanabe no se daba cuerda los domingos.

             "... pensé en la infinidad de cosas que había perdido en el curso de la vida"

                                                           ... como casi todos ... ¿ NO CREEN ? 

  




5 comentarios:

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

Ahora, cuando termine de escuchar otra vez Le Partisan, de Leonard Cohen, escucharé el segundo concierto para piano de Brahms, como esta gente de Tokio Blues.
Estoy de acuerdo en darle ese uso al e-book, cuando tanta obra clásica liberada hay disponible, y así poder pagar el trabajo de los escritores de hoy. O, si no, para eso están las bibliotecas públicas, a las que soy adicto.
Tengo la misma sensación con Watanabe, y considero que se dejan cabos sueltos.
Prefiero la locura activa de Midori a la histeria pasiva de Naoko, y este personaje, Midori, me parece el gran acierto de la novela.
Estoy de acuerdo, por lo demás, en que la estructura es fácil, para el consumo directo, que es una literatura convencional. Pero el aroma fresco y lozano a adolescencia que emana de la novela no llegaría a un gran público si fuera una novela que no se limitara a contar una historia de manera más o menos poética. Para gran literatura de este tipo tenemos a Nabokov. La ironía y el juego de los grandes literatos entorpecen premeditadamente el goce directo de la historia, ya que se lo plantean todo.
Ojala yo tuviera esa facilidad narrativa de Murakami, no me importaría nada ser un tío que vende a costa de la libertad narrativa y la investigación formal. Vivir en una gran mansión a orillas del mar o de un estanque, y que vengan de todos los lugares a entrevistarme, y poder soltar mis perlas que saldrían en negrita en los dominicales.
Muy buena la reseña.

Hilvanes y Retales dijo...

Esos lujos de Murakami que usted cuenta de su vida cotidiana, no le van a durar mucho tiempo, se lo digo yo, que derechos de autor, lo que es en español, debe de estar cobrando muy poco...

A mi es que, más que personajes adolescentes, me parecía adultos atrapados en cuerpos jóvenes... fíjete con la firmeza y autodeterminación con la cual prescinde de los lazos familiares.

Naoko, a veces, me parecía un pernaje forzado, un personaje necesario para hacer la recreración que el autor ha querido hacer al estilo de la montaña mágica. Quizás sea el personaje menos entendible de todos junto con Reiko. Quizás de ahí que resulte más verosimil y atractiva la figura de Midori: a pesar de ser la sufridora real, (sin olvidarnos del suicidio del hermano o hermana, ahora no recuerdo de Naoko), sigue como un pez nadando y buscando el mar. Naoko no. Se aisla, se refugia en el sanatorio, huye. De ahí que no se curara y que no pudiera amar nunca... no vivía en el mundo, vivía dentro del mundo que había creado para contemplar su dolor.

Dejo aquí estas palabras de Nagasawa, de la conversación mantenida con Watanabe cuando le dice que ha aprobado los exámenes para el Ministerio de Asuntos Exteriores:

"Este mundo es injusto por naturaleza. Lo cual no es culpa mía. Ha sido siempre así, desde el principio... la vida muchas veces me da miedo. Como a todo el mundo. La diferencia está en que no lo admito como premisa. Quiero llegar hasta donde pueda empleando todas mis fuerzas... Yo no me quedo mirando el cielo esperando que caiga la fruta ! A mi manera, me esfuerzo mucho. Me esfuerzo diez veces más que tú"

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

Nagasawa me parece uno de los personajes más atractivos. Dice que no lee un libro que no haya pasado por el filtro de los años, por no perder el tiempo, aunque El Gran Gatsby sea su novela preferida -aun no han pasado cincuenta años cuando sucede la novela del tiempo en que la novela de Scott Fitzgerald-.
Dice también algo muy curiosso: autocompadecerse es de mediocres. Claro es que, para él, todos seríamos mediocres.
El personaje Reiko también es muy singular.

Peri Lope dijo...

Hola, Hilvanes y Retales.

Bueno, yo leí este libro hace algunos años (no muchos) y tengo que darte la razón en el sentido de que no me dejó poso alguno. Se trata de un libro que leí con mucha facilidad (edición Maxi de Tusquets, no sé si la misma que la tuya) pero que nunca me ha venido a la cabeza salvo porque aparece por todas partes, claro.

En cuanto a la accesibilidad de la escritura de Murakami para mi es un mérito. Creo que logra cierta profundidad con textos fáciles de leer. Y se agradece el esfuerzo, la verdad.

E-books. Como pequeño librero no me asustan. Se van a imponer y van a abrir posibilidades. El libro físico verá seriamente recortado su espacio pero sobrevivirá y quien quiera tener una buena biblioteca tendrá una buena colección de libros igual que el que quiere tener una buena discoteca tiene una colección de vinilos.

Un saludo.

Perdona. Me voy a enrollar. He leído por ahí unas columnas que van tituladas con CUADERNO 2010 y CUADERNO 2011. En una de ellas aparece EL FUEGO SECRETO DE LOS FILÓSOFOS que es uno de los libros que más me han marcado. Si no te importa decirme de qué va lo de CUADERNO...

Un saludo de nuevo. Enhorabuena por el blog.

Hilvanes y Retales dijo...

Nagaska es lo que aquí en occidente llamamos creerse estar por encima del bien y del mal ...

Lope: Gracias por su visita y aportación. A mi el e-book me asusta en el sentido de la facilidad que se hayan textos en internet vulnerando derechos de autor. Los libros, cuando no dejan poso, yo tiendo a olvidarlos con mucha facilidad. Los misterios de Madrid que leí el año pasado, es un libro del cual no recuerdo prácticamente nada... ayer cogía el libro mientras llovía y me asombraba que la lectura de sus páginas no me traía imágenes concretas... buscaba en mi mente poder ubicar el libro...pero Tokio Blues, quizá pase la prueba porque es un libro de imágenes, su lectura eran como flashes... Y eso que menciona de que "logra cierta profundidad con textos fáciles de leer", suele ser algo magnífico en muchas ocasiones, aquí me viene a la cabeza La Carretera.

Los listados que aparecen como cuadernos son los listados de libros leídos. Quité los listados de años anteriores y luego, en el 2010, volví a retomarlo. La Editorial Atalanta es una de mis preferidas, de lo que han publicado hasta ahora, lo tengo casi todo. Tengo pendiente hacer un comentario sobre El fuego secreto...