martes, 14 de septiembre de 2010

Matadero cinco. Kurt Vonnegut

Uno no sabe qué está leyendo, si ciencia-ficción, el diario de un esquizofrénico, metafísica, teoría cuántica, una de guerras o de neutrones y protones.


La frase que más me gustó de todo el libro fue : "No tengo capacidad de cambiar el pasado, el presente y el futuro".


Y no sé si por la alusión a los protozoos anterior, me acabo de acordar de mi época en el instituto y de cuando algunos querían ser notarios.

Yo ahora daría fe que este libro, Matadero Cinco, no les dejará indiferente. Podrá gustarles o no, pero no les será indiferente. Como la máxima. O como Doña Letizia, podrán amarla u odiarla, pero a nadie les será indiferente, aún a pesar de que no puedan definirla, como se empeña el Peñainfiel, en decir que es inefable...

Quizás el recuerdo que me embargado sobre la inefable estapa del instituto (dónde nos sentábamos bajo el sauce llorón a hablar del presente y del posible-probable-hipotetico futuro) porque Matadero Cinco, sin ser similar ni parecida, me he recordado la obra del escritor Eduardo Mendoza y sus algunas referencias a las vidas extraterrestres. En la etapa de Bup y Cou leí todo lo producido por el escritor catalán, hasta aquella fecha. Obvio.
También leía mucha historia.

Ahora ya no leo historia.

A Eduardo Mendoza casi que tampoco. Digamos que lo leí todo. 

¿Podría puntualizarnos este todo?






"-...Yo soy tralfamadoriano, y veo el tiempo en su totalidad de la misma forma que usted puede ver un paisaje de las Montañas Rocosas. Todo el tiempo es todo el tiempo. Nada cambia ni necesita advertencia ni explicación. Simplemente es. Tome los momentos como lo que son, momentos, y pronto se dará cuenta de que todos somos, como he dicho anteriormente, insectos prisioneros del ámbar.

-Eso me suena como si ustedes no creyeran en el libre albedrío-dijo Billy Pilgrim



-Si no hubiera pasado tanto tiempo estudiando a los terrestres -explicó el tralfamadoriano- no tendría ni idea de lo que significa «libre albedrío». He visto treinta y un planetas habitados del universo, y he estudiado informes de otros cien. Sólo en la tierra se habla de «libre albedrío»"








Nota ecológica: Aprovecho para denunciar la mentira, sino en todas las ciudades en muchas, del reciclaje. Se han creado muchas sociedades para la recogida de plásticos, sociedades que, una vez constituidas y cobrado la subvención de turno o bien, sociedades dependientes de una administración pública, que proceden a destruir el plástico como si fuera otro residuo orgánico más. El motivo es la mano de obra: no se contrata el personal que sería necesario para la clasificación de los residuos.


6 comentarios:

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

Creo que esta novela a mí sí me iba a gustar mucho, por esa mezcla esqizoide que usted comenta.
Y la película basada en el libro también tiene buena pinta.
En lo tocante al urgente tema del reciclaje: en Madrid Mr. Gallardón impuso un nuevo impuesto para el reciclaje de las basuras.
NO HA SERVIDO DE NADA.
Ni se recicla en todas partes, ni el ciudadano aún está, ni totalmente concienciado, ni bien informado.
Este Sábado a la noche, la publicitada noche en blanco, era más bien un cubo de basura más bien grisáceo.

Hilvanes dijo...

Sí, seguramente le gustaría. No me cabe la menor duda.

Es lectura para cualquier lector inteligente que no abuse de lectura de aeropuerto.

Discrepo en algo con Usted, el ciudadano está informado sobre el reciclaje porque no solo se han hecho campañas informativas, los contenedores está muy bien señalizados.

Basta con aquello que decía Chiquito de la Calzada, basta con tener por estudios una etiqueta de anís el mono, para saber donde va cada cosa...es como los horarios, el que incumple el horario de tirar la basura lo incumple bajo la misma excusa que el primero: por comodidad.



Antes también hacíamos botellón. Pero como nuestros padres nos daban el dinero más escaso y nos educaban en la prudencia y no en el desahogo económico que de paso me libra de la culpa de no poder estar en casa cuidando de mis hijos, pues los ninis beben sin conocimiento. Antes, nuestros botellones era con un JB, un cocacola, una fanta de naranja y el famoso ponche. Aquello sí eran quedadas ... chachis...

Esto que vivimos es aquello que Ortega y Gasset decía en su ínclita obra, La revolución de las masas.

David Pérez Vega dijo...

Hola Hilvanes:
Yo este libro, Matadero 5, lo leí hace ya más de una década. Creo que lo que más me gustó fue la parte realista: el autor fue realmente prisionero de guerra en Dresde, y la descripción de la destrucción de esta ciudad es impresionante.
También me gustó el subtítulo de la novela, "La guerra de los niños". Me parece muy interesante reflexionar sobre que casi todos los que mueren en las guerras tienen menos de 20 años, aunque en las películas los soldados sean tíos bregados.
La parte de c-f era curiosa, por otra parte.
Este libro fue un mito de la contracultura americana en los 70.

saludos

Hilvanes dijo...

Hola, David:

Ciertamente Matadero Cinco es una historia amarga y a la ver divertida. La inocencia se mezcla con la crueldad de la guerra.

Luego tiene frases que yo he cogido para afrontar con serenidad determinados momentos, v.gr.:

"Concédeme, Señor, serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que sí puedo y sabiduría para distinguir las unas de las otras"

Un libro interesante, sin duda.

David Pérez Vega dijo...

Hola Hilvanes:

Esa frase es buena, pero espero que no se la adjudiques a Vonnegut. En realidad es un dicho o refrán norteamericano, que no sé exactamente quién diría por primera vez o si es de la cultura popular.

Yo la primera vez que la leí fue en un libro de Stephen King, creo que en El misterio de Salem lot, cuando tenía 15 años y me llamó la atención, luego ya me di cuenta de que no era de King.

saludos

Hipatia dijo...

Hola reina Apple: ¡cuánto tiempo!
No conozco la novela pero la buscaré, a ver qué pinta tiene o qué me sugiere su portada... Soy muy mía para los libros.
Te tenía enlazada en mi blog, pero con esto del "seguir" ya no te me pierdes.
Un beso grande guapísima, desde la Enter.