sábado, 24 de abril de 2010

Muerte por saudade (Suicidios ejemplares. Enrique Vila-Matas)

saudade.


(Del port. saudade).

1. f. Soledad, nostalgia, añoranza.

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La primera vez que escuché este término fue leyendo a Clarice Lispector en su Revelación de un mundo:

Saudade es un poco como hambre. Sólo ocurre cuando se come la presencia. Pero a veces la saudade es tan profunda que la presencia es poco: se quier absorber a la otra persona toda. Estas ganas de uno ser el otro para una unificación completa es uno de los sentimientos urgentes que existen en esta vida.

No tiene mucho que ver la saudade de Clarice Lispector con la de Pessoa:

"Vivo siempre en el presente. El futuro, no lo conozco. El pasado, ya no lo tengo. Me pesa el uno como la posibilidad de todo, el otro como la realidad de nada. No tengo esperanzas ni nostalgias. Conociendo lo que ha sido mi vida hasta hoy —tantas veces y en tantas cosas lo contrario de lo que yo deseaba—, ¿qué puedo presumir de mi vida de mañana, sino que será lo que no presumo, lo que no quiero, lo que me sucede desde fuera, hasta a través de mi voluntad? No tengo nada en mi pasado que recuerde con el deseo inútil de repetirlo. Nunca he sido sino un vestigio y un simulacro de mí. Mi pasado es todo cuanto no he conseguido ser. Ni las sensaciones de los momentos pasados me resultan nostálgicas: lo que se siente exige el momento; pasado éste, hay un volver de página y la historia continúa, pero no el texto.



Breve sombra oscura de un árbol ciudadano, leve sonido de agua que cae en el estanque triste, verde del césped regular —jardín público casi al crepúsculo—, sois, en este momento, el universo entero para mí, porque sois el contenido pleno de mi sensación consciente. No quiero más de la vida que sentirla perderse en estas tardes imprevistas, al son de niños ajenos que juegan en estos jardines enrejados por la melancolía de las calles que los rodean, y frondosos, más allá de las ramas altas de los árboles por el cielo viejo donde las estrellas recomienzan."





El protagonista de Muerte por saudade es un hombre que nunca termina nada, ni siquiera los comic porque, según su amigo Horacio, huye de la plenitud.

Pero en realidad parece huir de todo, hasta de sí mismo. Y quizás por este motivo nos miente. Nos dice que es pintor, pero nunca ha pintado nada y su profesión es Director de una cadena de tintorerías.

Afirma que no debería quejarse pues es joven, tiene una mujer y dos hijas. Debería ser feliz.

Pero no lo es.

Y mientras, observa como la gente en Campo das Cebolas, practica la saudade.

Pero al igual que es pintor y nunca ha pintado un cuadro, ha decidido suicidarse, pero sin suidarse. Se sentará a esperar a que la muerte llegue.

Pero, ¿Por qué comienza su relato el hombre saudade por un principio que no tiene nada que ver con el final? ¿Qué relación guarda con la narración la vagabunda? ¿Es, tal vez, por la sensación de ser vagabundo que le asalta? 

"Voy por aquí, por la Estufa Fría, sintiéndome vagabundo mientras me asalta sin cesar la tentación del salto, aquí en Lisboa, en esta ciudad tan llena de hermosos lugares para arrogarse al vacío y en la que mi mirada se ha vuelto tan errante como la de la mendiga de mi infancia, en esta ciudad en la que hoy desperté llorando de cuclillas en un rincón sombrío de mi cuarto de hotel". 

 ¿ Por qué se siente tan triste y melancólico? ¿Qué le ocurre que no nos lo cuenta?

"...en cuanto evoco aquellas jornadas en las que descubrí que la vida es inalcanzable en la vida, que la vida está muy por debajo de la sí misma y que la única plenitud posible es la plenitud suicida"
En Suicidios ejemplares, también llueve:

"Recuerdo que no cesó de llover en todo el día..."

2 comentarios:

Príncipe de ArroyoLuche dijo...

Pita muy bien ese relato, al igual que es doloroso leer ese fragmento de Pessoa, quizá por la identificación.
Una vez leí, o escuché, que la saudade era un sentimiento que sólo podían sentir portugueses y gallegos, que no era traducible a otro idioma. Y, que además, definía el carácter de esta gente, estos vecinos.

Hilvanes dijo...

El libro en general es fantástico. No creo que la nostalgia, la melancolía, la tristeza sea patrimonio de ningun pueblo. Otra cosa que la palabra, al traducirla, pierda la gracia. Como todos esos anglicismos que adoptamos los hispanohablantes tan horrorosos en general...