ES PROPIEDAD DEL AUTOR
Derechos reservados. La traducción, la adaptación, el robo y el plagio se perseguirán a tiros sobre motocicleta blindada, único procedimiento eficaz ya en el mundo.
That is the question, by Enrique Jardiel Poncela, 1932.
Una carta estupenda, señorita... ¡Un cafe´ Ana, porfa please! Lo digo porque me gusta mucho el amareto, ese saborcillo a almendras amargas... y a nadie le amarga un dulce. Traingame tambien el periodico del dia, que quiero ver que opina algun academiso que escribe por ahi, ¡pero como! ¿Aqui no se fuma? Pues estamos buenos, yo vengo aqui a trabajar, a escribir segun el palpito que provoca cada bocanada de humo. Bueno, si eso, esperare a la salida, entonces me fumare las vitrinas y los escaparates, señorita contertulia. Gentilmente: Josep Pla (el montesquieu español) Y que conste que La Regenta no me parece a mi descafeinada para nada. Con mucha leche si, su piel blanca y lechosa, decorada con lunarcitos como pintitas de chocolate, ¡hum, que rico!
Don José, me gustaría preguntarle si aún sigue afirmando aquello de :
"La orina del whisky no tiene rival. Clara, rápida, fácil y color de paja".
O si ya prefiere esa horrible mezcla que le parecía el café con leche. Que, con todos los respetos, a mi me parece una idea brillante y me gustaría saber quien tuvo tal genialidad.
¡Cafe con leche, oh abominacion! Es el calimocho aquel que se tomaban el Cela y el Aldecoa y el Umbrales y toda aquella caterva de madrileandos en el cafe´ Gijon! Mezclar el vino con coca-cola, eso es calimocho, ¿no? Pues lo mismo el cafe con leche, y... y... si al menos ustedes los jovenes mezclaran el vino con agua como hacian los griegos en los banquetes platonicos, o como se hacia en los sueños quevedianos, pues tiene un pase, ¡pero coca-cola! El que se prepara unos buenos calimochos es su amigo el Principe del Arroyo de las Leches, alias mequetrefe, ese si que le da al vino y a la pepsi y al cafe con leche y a todo lo que sea sacrilegio.
3 comentarios:
Una carta estupenda, señorita...
¡Un cafe´ Ana, porfa please!
Lo digo porque me gusta mucho el amareto, ese saborcillo a almendras amargas...
y a nadie le amarga un dulce.
Traingame tambien el periodico del dia, que quiero ver que opina algun academiso que escribe por ahi, ¡pero como! ¿Aqui no se fuma? Pues estamos buenos, yo vengo aqui a trabajar, a escribir segun el palpito que provoca cada bocanada de humo.
Bueno, si eso, esperare a la salida, entonces me fumare las vitrinas y los escaparates, señorita contertulia.
Gentilmente:
Josep Pla
(el montesquieu español)
Y que conste que La Regenta no me parece a mi descafeinada para nada.
Con mucha leche si, su piel blanca y lechosa, decorada con lunarcitos como pintitas de chocolate, ¡hum, que rico!
Don José, me gustaría preguntarle si aún sigue afirmando aquello de :
"La orina del whisky no tiene rival. Clara, rápida, fácil y color de paja".
O si ya prefiere esa horrible mezcla que le parecía el café con leche. Que, con todos los respetos, a mi me parece una idea brillante y me gustaría saber quien tuvo tal genialidad.
¡Cafe con leche, oh abominacion! Es el calimocho aquel que se tomaban el Cela y el Aldecoa y el Umbrales y toda aquella caterva de madrileandos en el cafe´ Gijon!
Mezclar el vino con coca-cola, eso es calimocho, ¿no? Pues lo mismo el cafe con leche, y... y... si al menos ustedes los jovenes mezclaran el vino con agua como hacian los griegos en los banquetes platonicos, o como se hacia en los sueños quevedianos, pues tiene un pase, ¡pero coca-cola!
El que se prepara unos buenos calimochos es su amigo el Principe del Arroyo de las Leches, alias mequetrefe, ese si que le da al vino y a la pepsi y al cafe con leche y a todo lo que sea sacrilegio.
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