martes, 3 de julio de 2007

Desvelando el misterio (con b de vitamina, vitamina B, claro)

No sé si existe un lector total, quizás incluso el concepto sea total-mente prescindible. Ya lo meditaré. Lo que sí sé es que no existe un crítico de literatura (ni de cualquier otra cosa) que sea total. Probablemente porque total equivale a una globalidad que bien podríamos estar hablando de perfección. Y esta no existe.

Y el crítico o crítica en este caso a quien hace mención Barnes en el Loro de Flaubert no sabía de la peculiaridad de los ojos claros, especialmente de los verdes. Y Flaubert los tenía verdes. Antes de fijarse la crítica sobre la diversidad de colores que se atribuían a Madame Bovary, diversidad que, al igual que Barnes, yo tampoco me fijé, y como yo, miles de lectores. Pero es que Flaubert tenía los ojos verdes.

Yo también y por eso sé de qué hablo.

Nadie sabe de qué color los tenemos porque varían con la intensidad de la luz.

Os digo que a plena luz son verdes como esmeraldas y conforme va disminuyendo la intensidad de la luz, el verde se va convirtiendo en verdes grisáceo, más grises pero menos verdes y más azules, llegando a parecer marrones en la casi-oscuridad.

¿Que si Madame Bovary los tenía azules y luego negros? Mi padre los tiene azules, y terminan siendo negros conforme disminuye la luz.

Resultado: que el crítico literario a quien Barnes hace mención no era un crítico total y antes de criticar el “desliz” en el matiz del color de los ojos de Emma, debería de haberse informado.

De aquí a su vez obtengo, que el escritor total, puede ser que sí exista.


Espero hacer un comentario menos trivial sobre el Loro de Flaubert. Que bien lo merece.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Desvelando o debelando. Espero que no te hayas enfadado por la corrección ortográfica.
Leo tu post con interés. Tampoco me fijé en el color de ojos de Madame Bovary. Sí en su rostro envenenado.
De acuerdo en que los ojos verdes tienen un color fluctuante, pero tal vez no fluctúan como los azules y los marrones. ¿Y los negros? ¿Tienen matices los ojos negros?
Tal vez el crítico literario cuenta con ello, y usa categorías fluctuantes. Pero aquí me callo porque no he leído el libro de Barnes. (De todos tus hilvanes, ¡no he leído ni uno!... Soy un desastre como lector).
¿Qué sería un escritor-total?

Hilvanes y Retales dijo...

NO has leído mis hilvanes y me corriges? NO me importa que me corrijas, me pasa con frecuencia, pero no es por no saberlo, es por técnica, si me vieras lo comprenderías. MIentras escribo (me da igual lo que sea mis hilvanes o mi trabajo) estoy al teléfono atendiendo la consulta de turno y pensando en otras cosa. Así que tres cosas a la vez algo tiene que fallar.

Lo que importa es la mirada, y no la fluctuación del color.

Escritor total, totalmente interesante la pregunta. YO creo que aquel que logra, consigue mantenernos atentos durante todo el libro. Aquel que nos atrae irremediablemente.

Bueno que la sopa se enfría... ya seguiré

Hilvanes y Retales dijo...

De verdad que no has leído nada? uis!!VAya éxito que estoy teniendooooorrrrrrrrr

Anónimo dijo...

No te enfades. Es que no tengo ninguno a mano.

Hipatia dijo...

Pero, cuando queremos representar la intensidad de la mirada humana, en una imagen, por ejemplo, buscamos unos ojos africanos, oscuros, los ojos que nos precedieron en la historia de la evolución humana, que parecen transmitir los cambios evolutivos y la tragedia de la incertidumbre que nos acompaña durante la existencia.

Mi hija Ockham tiene los ojos claros, verdes, azules, acero... según la hora, la luz, el día o las emociones. Los ojos claros dan menos miedo.
Los ojos negros (como los de mi hija Galatea), cuando se enamoran son del color del chocolate.

Madam Bovary tenía la mirada de Flaubert: turbia.

Un abrazo estelar, Soledad.